Los funerarios de Ourense se ven obligados a desplazarse a Vigo en caso de repatriación
Los funerarios ourensanos deben desplazarse hasta Vigo para repatriar los cuerpos de extranjeros que fallecen en la provincia e incluir en el papeleo un salvoconducto de Sanidad Exterior, un organismo que depende del Ministerio de Sanidad, en el que se acredita que los restos están embalsamados y viajan en un ataúd especial. El desplazamiento hasta la ciudad olívica retrasa entre dos y tres días la repatriación. Si el fallecimiento se produce en viernes, habría que esperar hasta el lunes. Así lo publica el diario La Región en su artículo ‘Los funerarios protestan por la burocracia para repatriaciones’ y que reproducimos para interés de nuestros lectores.
Los empresarios reclaman una delegación de Sanidad Exterior en Ourense para agilizar los trámites, sobre todo cuando se trata de fallecidos naturales del norte del Portugal, cuyas familias suelen desplazarse hasta la provincia para hacerse cargo del cuerpo.
Portugal lidera la lista de personas extranjeras fallecidas en la provincia, 13 en total en los últimos tres años. Algunos de los fallecimientos eran debidos a causas naturales, acaecidos en pueblos cercanos a la frontera con Ourense. En este caso, los funerarios ourensanos detectaron empresas lusas recogiendo los restos mortales sin pasar por Sanidad Exterior. “Los recogen en el depósito, los llevan sin embalsamar y en el primer atáud que le vino a la mano. Sin ninguna garantía para la salud pública“, asegura el responsable de la Funeraria La Paz, Raúl Álvarez.
Los profesionales funerarios ya alertaron de la situación al Ministerio de Sanidad al entender que están en desventaja ante la llegada de sus colegas lusos. Aseguran que las autoridades judiciales y sanitarias les ponen más trabas y exigencias a ellos a la hora de trasladar un cadáver a Puebla de Sanabria (Zamora) que a los funerarios portugueses para llevarlo a Portugal desde cualquier punto de la provincia.
En el Ministerio de Sanidad aseguran que hay un convenio firmado con el país vecino, que se está cumpliendo, para la repatriación de cadáveres. Recalcan que no se traslada ningún fallecido sin autorización de los distintos juzgados y médicos forenses.
Los ourensanos no recogen en Portugal
Los funerarios ourensanos, tras tramitar todos los papeles ante la Justicia y Sanidad, pueden llevar el cadáver hasta el cementerio. En el caso de Portugal, incluso pueden realizar el entierro. Sin embargo, la paradoja se da cuando es un ourensano o cualquier otro español, el que fallece en Portugal, aunque sea en un lugar cercano a la frontera, como Chaves y Montalegre.
Entonces, las funerarias españolas no pueden adentrarse al país vecino y tiene que ser una empresa portuguesa la que realice todos los trámites, incluido el salvoconducto de Sanidad Exterior, que se tramita en Oporto. El último caso fue el de una vecina de Trasmiras que se ahogó en Vila do Conde, a 50 kilómetros de Oporto. Una funeraria lusa se encargó de la repatriación y de trasladar los restos hasta la provincia. Otra ourensana organizó el funeral.
Ver artículo ‘Los funerarios protestan por la burocracia para repatriaciones’
