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La falta de espacio en los cementerios holandeses provoca inflación

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Lo primero que llama la atención en los cementerios holandeses es la falta de nichos, que solo son populares para depositar las urnas funerarias en caso de incineración, a diferencia de otros países, donde sí son más tradicionales. Estos columbarios, alineados por lo general sin cristal protector o rejilla de seguridad, proliferan debido a dos factores íntimamente ligados: el precio del suelo y la consiguiente carestía de las tumbas. Con un coste medio de 3.110 euros en terreno municipal, mantener una sepultura en tierra puede costar entre 740 euros (en el terreno más barato y por un periodo de 20 años) y 7.909 (por 30 años y en las zonas más caras). Por ello se ha impuesto el pragmatismo: un 63% de los ciudadanos prefiere la cremación, sobre todo porque las cenizas pueden guardarse a domicilio y hasta plantar un árbol con ellas.

Estas cifras han sido presentadas en el estudio anual que efectúa Monuta, una empresa funeraria y aseguradora fundada en 1923 que tiene 1,4 millones de clientes. Añade, además, los diferentes tipos de tumba tradicional ofrecidos en el país para que se pueda calcular mejor el gasto. Son de dos clases: particulares y colectivas. En las primeras, también llamadas familiares, caben dos o tres personas y el alquiler puede prolongarse durante 40 años o más. La más famosa en Holanda es la de la Casa de Orange-Nassau, en la iglesia Nueva, de Delft.

En las tumbas colectivas hay tres o cuatro personas sin relación de parentesco entre ellas, entre cada ataúd se extiende una capa de 50 centímetros de arena y a los 10 años se vacían. Este último detalle, que es poco conocido, responde de nuevo a la falta y precio del suelo aprovechable. Para evitar sorpresas, Monuta pide mejorar la información al consumidor. Pero como también han subido los funerales, las incineraciones ‘de oferta’ son cada vez más demandadas. Estas se practican casi de madrugada y las cenizas son luego esparcidas de forma anónima. No todos los operadores del sector las ofrecen, porque solo queda el recuerdo.

 

 

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