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Continúan las investigaciones por un presunto delito de estafa en la gestión de ataúdes

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Tal y como se han hecho eco la inmensa mayoría de los medios de comunicación de nuestro país, este jueves agentes de la Policía Nacional y empleados de la Agencia Tributaria registraron diversos tanatorios de la Funeraria el Salvador en Valladolid, en el marco de una investigación por delito de estafa en la gestión de los ataúdes destinados a la incineración.  La operación culminó con más de una decena de detenciones.

Presuntamente, en el momento  de la incineración se sustituían los ataúdes de alta calidad por otros más baratos antes de proceder a su cremación con la finalidad de revender estos féretros de mayor precio. Al parecer, la investigación arrancó tras la denuncia de un empleado de la empresa.

Por su parte, la compañía ha hecho público un comunicado en el que explican que “en el año 2017 la empresa sufrió por parte de un extrabajador un chantaje económico consistente en la reclamación de diversas cantidades económicas a cambio de no revelar determinadas prácticas irregulares que él, supuestamente, habría cometido”. Según el comunicado, la compañía denunció al exempleado, por lo que se abrieron “diligencias previas ante el Juzgado de Instrucción que desembocaron en un juicio penal en el que se condenó al extrabajador, jubilado desde hacía dos años, a un año de prisión”.  Según añade el propio comunicado, esta sentencia no determinó “actuación irregular alguna por parte de la empresa”.

En los casos en los que se realiza incineración, el procedimiento habitual, especialmente en los últimos años, es que la familia pueda tener una última despedida en la antesala del crematorio, desde donde pueden ver, a través de un cristal, cómo los operarios introducen el féretro en el crematorio. Los asistentes pueden observar todo el proceso de introducción hasta el cierre de la puerta del horno y la puesta en marcha del mismo, momento en el que se inicia la incineración.  En este sentido, el comunicado de la compañía afirma que “todos los crematorios del Grupo cuentan con salas desde las que los familiares pueden ver cómo el ataúd entra en la zona de cremación”.

Tal y como han manifestado otras empresas y entidades relacionadas con el ámbito funerario, como la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), desde Revista Funeraria se condenan las malas praxis que afectan a la imagen social de un sector que trabaja para ofrecer servicios de calidad a las familias con la mayor transparencia posible. 

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